[…] El concepto de reproducir partes del cuerpo humano en tres dimensiones que sirvan para sustituir zonas dañadas nació hace 15 años, con las primeras impresoras 3D. “Se usa tecnología aditiva para ir agregando material capa a capa, lo que permite diseñar prótesis perfectamente adaptadas al tamaño de la lesión de cada paciente”, dijo a PERFIL Daniel Fiz, traumatólogo y director de Novax DMA. Esta compañía argentina especializada en el diseño de implantes ya proveyó prótesis fabricadas con impresoras 3D para más de 600 intervenciones quirúrgicas.
Según Fiz, junto con los nuevos equipos capaces de imprimir células y tejidos también se están ensayando otras opciones, como estructuras óseas de materiales biocerámicos y otros biopolímeros que podrían, en ciertos casos, reemplazar las prótesis de titanio.
Para Hermida, aunque por ahora en su laboratorio sólo se hacen pruebas para imprimir piel, más adelante sería posible pensar en órganos:
Ya hay, a nivel internacional, investigadores analizando cómo hacer tejidos funcionales de hígado o riñón. Aún es lejano, pero claramente ya no se trata de ciencia ficción
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